me hubiera gustado tanto
que descansaras debajo de un árbol
día tras día
noche tras noche
ciudad tras ciudad
incendio tras incendio
un solo trozo de madera podrida a la deriva
encallado en un poema chino
donde además hay neblina
y nadie enciende jamás las lámparas
felicidad: cuéntame de nuevo la historia
de cuando era incansable
y no existía
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